Uno de los mejores artículos que he leído sobre mindfulness.

George Orwell dijo una vez:

La soledad más profunda no es cuando estás solo, sino cuando no te comprenden. Cuando estás rodeado de gente, pero nadie ve quién eres realmente. Nadie escucha tu verdadera voz, nadie percibe tu ser. En esta soledad, poco a poco sientes como si estuvieras desapareciendo, como si te fueras volviendo cada vez más débil, hasta que finalmente eres sólo una sombra, un recuerdo de ti mismo.

Éste es el tipo de soledad que más duele. Cuando estás rodeado de amigos, familiares y compañeros de trabajo, pero aún eres invisible. Sonríes, asientes, haces lo que se espera de ti, pero hay algo vacío en tu interior. Es como si el mundo sólo notara la versión de ti que encaja en la caja, mientras que las partes más verdaderas de ti permanecen ocultas.

Esta soledad no se debe a la falta de gente, sino a la falta de conexión. Anhelas que alguien te vea; que realmente te vea. Para que puedan comprender tu mundo interior, tus peculiaridades, tus sueños, tu profundidad. Pero cuando no entienden, es como si una pared de cristal te separara de todo. Gritarías, pero nadie te oiría. Te miran, pero en realidad no te ven.

Y entonces surge en ti una pregunta: ¿deberías cambiar? ¿Deberías convertirte en lo que el mundo espera que seas sólo para ser aceptado? Pero aunque lo intentes la soledad no desaparecerá. Cada vez es más profundo. Porque la mayor pérdida no es cuando los demás no te entienden, sino cuando pierdes quién eres realmente en el proceso. Si bajas tu propia voz para encajar. Si desapareces.

Lo más doloroso de todo esto no es sólo el deseo de amor. Se trata de que alguien realmente te vea, tus imperfecciones, tu desorden, tu vulnerabilidad, y diga: "Te veo. Te entiendo. Estoy aquí". Para que alguien pueda percibir no sólo la superficie, sino también lo que hay detrás de ella.

Pero en esta soledad todavía hay una fuerza silenciosa. Porque lo que importa no es cuánta gente te entienda, sino que no te rindas. Que no dejes que la incomprensión del mundo apague tu fuego. Cómo mantener la luz encendida incluso cuando nadie lo nota. Porque tu singularidad, tu autenticidad, tu ser, eso es lo que te hace especial. Y habrá quienes vean esto. Pero hasta que te encuentren, podrás apreciarlo tú mismo.

A veces, el camino que pasa por el malentendido te brinda una comprensión más profunda de ti mismo. Te enseña a aceptarte a ti mismo, incluso si el mundo no lo hace. Demuestra que la soledad no es una pérdida, sino una oportunidad para acercarte a quien realmente eres. Y quizá de repente te des cuenta: las conexiones reales surgen cuando menos las esperas.

Así que aguanta. Preserva quién eres. No te conviertas en una sombra, incluso si tienes que estar solo por un rato. Tu ser merece existir. Y cuando llega la gente que realmente te entiende y te ve, te das cuenta: nunca debiste haberte escondido. Naciste para brillar siempre.